4 de septiembre de 2014

¿Cómo se puede no estar de acuerdo?

Lo bueno de que tu abuela esté mirando un programa altamente chimentero y sensacionalista como Infama es que podés encontrarte con cosas fantásticas como estas: hace pocos días, dos valientes muchachas se animaron a irrumpir semidesnudas  en un desfile del diseñador Ricky Sarkany para protestar contra los demonios Ana y Mia, es decir, la anorexia y la bulimia, como también para ponerse en contra de los cánones de belleza impuestos por la clase alta y machista. 


Como no encontré el video en Yotuve, subo estas fotos que
saqué del diario virtual "La voz".


Se manifestaron con pintadas en su cuerpo y vociferando frases. Algunas de las pintadas decían "Cuerpos más sanos" o "Mi cuerpo está bien, tu moda no". Estuvieron arriba de la pasarela unos dos minutos aproximadamente, sin que nadie las echara, y luego se marcharon mientras eran despedidas con aplausos por parte de Sarkany y compañía; sin embargo, muchos tildaron la manifestación de "violenta".


Tampoco fue bien visto por la prensa en general que una de las chicas tuviera la cara tapada con un pasamontañas; ella aclaró que lo hacía para proteger su identidad, aunque también puede tomarse como una clara alusión al grupo feminista ruso Pussy Riot, que se caracteriza por llevar este tipo de prendas en la cabeza (en las pintadas también figuraba el nombre de este grupo). Lo que me causó gracia fue que una de las panelistas de Infama le contestó que "estamos en un país donde podés protestar sin que corra peligro tu integridad física"...ojalá pudiéramos pedirle una opinión a Mariano Ferreyra sobre tal comentario.

Es cierto que puede resultar descortés irrumpir un evento donde uno no es invitado, pero la protesta se basa en eso: alterar el orden normal del sistema para hacer notar un error, una queja. Si nada se altera, todo sigue su curso y no hay necesidad alguna de parar un momento, ver qué pasa y hacer un cambio. También se critica que las chicas hicieron esta protesta para aparecer en todos los medios...¡Más valeLa idea es que la mayor cantidad de personas vean esto! ¡Es necesario que sea masivo! ¿Cómo podés pretender un cambio si no lo das a conocer, si no lo llevás a gran escala? 




Lectores míos, he visitado sitios pro-ana y pro-mia. Tuve la oportunidad de chatear con estas víctimas y quedar horrorizada. Es muy triste, en serio. Algún día les voy a contar en un posteo mi experiencia de aquel día... pero hoy me contento con estas dos guerreras por nuestros derechos. Hay gente que las bardea, les dice que son gordas, que les tienen envidia a las modelos, que son putas  indecentes, que quieren poner la obesidad como nuevo modelo, que son fundamentalistas, que son feministas (como si ser feminista fuera una mala palabra); gente completamente alienada, y entre ellos, muchos hombres. Hombres que no tienen ni la más puta remota idea de lo que es nacer con mil millones de presiones, mil millones de prejuicios, mil millones de restricciones y todo fríamente calculado y perfectamente diseñado por satisfacer los caprichos de ellos. No estoy de acuerdo con presentarse en tanga y el body-painting no me va, pero no puedo ser tan cerrada de mente y/o infantil para no justificar la poca ropa de estas muchachas en el contexto de su lucha.

Lectoras mías, mujeres, chicas niñas: estas son dos princesas a las que ustedes tienen que imitar. Ana y Mia no son más que nombres bonitos para ocultar a dos trastornos terribles creadas por el capitalismo, el consumismo y el machismo. Para venerar, están las religiones, y si Dios existe, dudo mucho que al diseñar a la mujer se haya equivocado. 





Fe de ratas (Amén):

*La fuente de respaldo de este posteo y las fotos, acá, diario La Voz



1 comentario:

Maca dijo...

Hello Morgan!, pensabas que habia dejado de leerte? jajaj
Es excelente esto, totalmente de acuerdo con lo que hicieron, y con tu opinión al respecto!
Besotes