Un posteo inentendible...

"Tras la máscara,

la gente camina hoy

como un escudo contra la locura.

Mira, nuestro egoísmo se está haciendo difícil de dejar."

Behind the Mask, John Wesley. La canción no tiene nada que ver con lo que sigue, pero fue lo primero que se me vino a la mente cuando terminé de escribir.

Un día, a nuestra amiga Morgan se le ocurrió hacer algo muy loco. En realidad, se trataba de algo muy normal y común, pero las circunstancias que rodeaban a esta idea eran realmente absurdas; tanto, que mucha gente lo consideraría una reverenda estupidez. Morgan, o sea yo, lo sabía muy bien, pero realmente sentía unas profundas ganas de realizar su delirante cometido.

Ella trató de no hacerle caso a las obsesivas voces que siempre hablan dentro de su cabeza (y con las cuales cada día aprende a convivir), pero su vida se volvía algo monótona, aburrida, y esa especie de obra de arte se le repetía tantas veces en la cabeza, que un día se dijo: "¿Por qué no?"



Siempre envidió las anécdotas de los personajes de ficción. En un libro que ella escribe en secreto (y que si le llegan a plagiar la idea, va a emerger de sus televisores para comérselos al horno con papitas) llega a la conclusión de que la mejor parte de un hecho emocionante es la espera de que éste suceda; después, el momento se esfuma rápido y se convierte en otro recuerdo, o como le suele suceder a ella, se cae a pedazos. Bueno, la idea alocada era, digamos, "emocionante" pero una aventura de este tipo no podía justificar el daño a terceros.

Ella pensó que lo mejor sería volver al museo, observar la obra detenidamente, analizando cada parte esta vez y realmente cuestionarse lo que iba a hacer. Morgan no es una persona de malas intenciones; pero sí deja muchas cosas qué desear...sin embargo, no le complace el dolor ajeno, nadie en el mundo es perfecto y dudó de que alguno de los que conoció haya pensado y repensado tanto la misma situación.
Consultó con quien consideró un adecuado asesor en el tema, y para su gran sorpresa, la alentó a seguir adelante. Morgancita no es una persona de arriesgarse, pero por primera vez decidió intentarlo. ¿Quién sabe? A lo mejor ella tenía mucho que entregar y no lo sabía, o tal vez era un largo camino con mucho para aprender.

Hoy regresa a la galería de la que nunca debió salir, la que le corresponde a ella. Hay pinturas que no le parecen arte, no le generan absolutamente nada. Teme que nunca lleguen a entenderla.
Supongo que se preguntan: "¿y el plan delirante?" Bueno, no se puede realizar. A veces, para ser buena persona, uno tiene que renunciar a sus propósitos; porque vos no podés meterte en un cuento ajeno donde ni siquiera sos extra y cambiar la estructura o arrancarle las páginas. Hay gente que lo hace; pero está mal y esas personas son muy malas, egoístas, estúpidas.
Morgan no puede llevar a cabo su idea. Se pregunta si no será culpa de su mala suerte. Se había ilusionado tanto...y hasta ciertos detalles sin importancia la animaban a continuar. 
Hoy, solamente está triste ante el recuerdo del fantasma de una idea. Algo que nunca existió.

FE DE RATAS: (Amén)

Yo sé que no entendieron un carajo lo que puse, pero no puedo ser más clara. También sé que es medio idiota escribir algo medio en clave, pero ya que estoy, me descargo con metáforas malísimas. En pocas palabras, no es más que un posteo que habla de aquellas cosas que tanto queremos hacer y que debemos olvidarlas en pos de un bien mayor a nosotros.

Si por casualidad, alguien llegara a darse por aludido (cosa difícil, pero probable, dado que sospecho que posee la inteligencia suficiente como para hacerlo), tiene que saber que lo único que movilizó a esa loca idea fue una profunda admiración   y un gran respeto; y con mi decisión final, creo que lo segundo es lo que más se evidencia. Si lo supiera, al menos sería como una nota más para el cuaderno de su autoestima (?) xD xD xD, pero en realidad es conveniente que mejor no se entere.

No tengo la más pálida idea de cómo terminar esto. El futuro es incierto, mi suerte es mala, las voces hablan. De paso, me pregunto por qué hubo gente a la que yo quería mucho que no tomó mis mismas consideraciones y terminó actuando mal, pero eso nunca lo sabremos.

Bye.