6 de diciembre de 2010

La feria de las vanidades


¡¡¡Hola a todos!!!Hoy les traigo una nueva crítica, que poco tiene que ver con El maquinista y con el terror en general. Se trata de Vanity Fair (2004) o "La feria de las vanidades" (para que no me la confundan con la revista), una película basada en una novela de William Makepeace Thackeray, la cual fue escrita en 1847 y tuvo mucho éxito, como también representó todo un revuelo para la época.

La historia,centrada en una Inglaterra en épocas de guerras napoleónicas, trata sobre una jovencita llamada Becky Sharp; hija de un pintor humilde, que tras vivir su infancia en la pobreza, sueña con poder alcanzar algún día su sueño de vivir una vida llena de riquezas y pertenecer a la clase alta. El problema será el precio que ella esté dispuesta a pagar para conseguirlo.




Si bien, como mucha gente, no soy de ver películas ambientadas en épocas pasadas y con conflictos dramáticos (el drama en general no me gusta), desde que agarré esta película por cable cuando recién empezaba, no pude despegarme del asiento hasta que terminó. Claro que la cinta es bastante larga y ya en la última media hora rogaba que por favor terminara, pero no me arrepentí de haberme quedado.

La feria de las vanidades me gustó porque, si bien está ambientada hace doscientos años atrás aproximadamente, toca temáticas que son tanto de hoy como de ayer y que seguramente continuarán en el futuro: las diferencias sociales, los prejuicios, la necesidad de aparentar, el ser alguien en base a lo que se tiene y no a lo que se es, el valor que le damos a lo material (cuántas veces, en algún momento de nuestras vidas, tratamos de lucirnos en el colegio cuando nos compran esas zapatillas nuevas que salen en la tele o cuando, ya de grandes, envidiamos el auto nuevo del vecino). No sólo es la lucha por alcanzar nuestros sueños y nuestras ambiciones, sino que también trata de los caminos que escogemos cuando en la balanza se juegan otras cuestiones, como el amor, la amistad, los valores.

Además, Becky no la tiene nada fácil: las altas sociedades harán hasta lo imposible para dejarla entrar y encima tiene que luchar en un ambiente machista donde, por ser mujer, todo se le complica.
A esta muchacha también la acompañan una larga lista de personajes carismáticos, de los cuales se pueden extraer distintas cosas.

Otra cosa buena que tiene la película es que la historia no está anclada en un punto en el tiempo, sino que se va desarrollando a lo largo de la vida de los personajes, lo cual está bueno para que vayamos viendo y comparando la evolución de cada uno de los protagonistas.

Hasta ahora le estoy dando el crédito exclusivo al autor éste de nombre difícil, pero también debo hablarles del excelente trabajo que hizo Mira Nair, la directora de esta cinta. La fotografía y las ambientaciones son ex-ce-len-tes.
Las actuaciones en general están todas muy bien, y la que más se destaca es la de su actriz principal, Reese Whiterspoon, a quien la ví muy convincente en su papel y muy lejos de aquella chica fresita de Legalmente Rubia.
Lo que todavía no entiendo es como el marqués Steyne (interpretado por Gabriel Byrne), tras conocer a Becky de niña, se reencuentran cuando ella ya es grande y él luce exactamente igual...¿será eso de que los hombres no envejecen tanto como las mujeres? No sé, no sé...

Mi consejo: si te gustan este tipo de películas, mirala ya. Y si no, una tarde que esté lluviosa y no tengas ganas de ver nada de acción, terror o de ciencia-ficción, mirala. Es una muy buena película para detenerse un poco y reflexionar. El final te puede descolocar un poco, pero te deja pensando y aparte, a mí al menos, me pareció muy realista.

PUNTAJE FINAL: 9. Le quito un punto porque se me hizo muy larga, je, je...hasta este posteo es largo (?).

Esta es la segunda adaptación cinematográfica de la novela. La primera se trató de una película muda de 1922, dirigida por W. Courtney Rowden.

HOY TAMPOCO HAY FE DE RATAS*

*¿Se habrán vuelto ateas o algo así?



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